viernes, septiembre 28, 2007

IDLEWILD

Llevo todo el día pensando en algo que sé no tiene respuesta.
Creo que deberíamos de saber cuando vamos a morir, saber que tiempo de vida nos queda... quizás eso nos permitiría acercarnos más a nosotros mismos... sí: si supiese que tengo dos años ¿qué es lo que haría? ¿cuantos deseos podrían dejar de serlo? sobrevolando Idlewild pensé en "Satori en París" y también en el grupo de música del mismo nombre (Idlewild), llevándome una cosa a otra, que me derivaba a otra y así hasta que llegué... Ya queda menos: había pensado en dos años... dos años puede parecer mucho tiempo: quizás lo sea, o tal vez no sea tanto tiempo -su percepción es subjetiva, nunca pasa igual hasta que te das cuenta de que ya ha pasado, ya s fue, ni siquiera fui consciente de ello, de él- ; en dos años debo de ir allí (Nepal, India, Japón, Rangún, Islandia, Vietnam... ¿cuantos faltais? y debo de volver, después, para quedarme allí, junto al puente de los suspiros -acariciando lánguidamente todos mis recuerdos- ¿donde quedas tú? no lo se... no lo se... en cualquier lugar, en cualquier recuerdo, en alguna hoja, pero no conmigo, aunque no he dicho nada que no sepas. Sigo: estoy esperando algo, siempre estamos esperando algo: está en nuestro carácter, en nuestra herencia genética. Así, somos masoquistas por naturaleza, esperando algo, a menudo algo que sabemos no acontecerá, algo imposible, ysi llegase, imprevablemente, perdería su significado, no seríamos capaces de apreciarlo al haber perdido su condición de anhelo, de suspiro entonces: necesito estar constantemente en este estado, de lo contrario, no hay sentido (menos aún) en esta vida, nada tendría sentido sin este sentimiento, en esta consumición de tiempo - él no se detiene, no lo ha hecho en ningún momento, no necesita advertirnos de su paso y no le afecta que no nos demos cuenta de él: el es transcendente y sabe que nosotros no lo somos; no somos significantes, solo instantes y él está compuesto de instantes- me pierdo en el pensamiento: creo que querría escucharte decir algo, algo concreto. Puede que no lo vuelva a escuchar nunca, pero SE que lo pensarás, y sé que deberá de bastarme mientras ignoro porqué paso de un sentimiento a otro, y me salta una palabra "nefando" y sí, así es la vida: nefanda. Y no queda practicamente nada, y aún no he decidido nada, más perdido que nunca...

No hay comentarios: