lunes, abril 30, 2007

BORIS VIAN: LA ESPUMA DEL SUEÑOS.

Escritor, poeta, cantante, compositor y crítico de jazz, ingeniero... todo ello en apenas 39 años de vida. Probablemente, si dijese que los libros que escribió tenían títulos como "Escupiré sobre vuestra tumba", "Todos los muertos tienen la misma piel" , "Que se mueran los feos"o "Con las mujeres no hay manera", resultaría, quizás pensaríamos que escribió novela negra, principalmente. Pero si añadimos otros títulos como "La Hierba roja", "Vercoquin y el plancton" "El Arrancacorazones" o "El Lobo hombre", y leyésemos algunos fragmentos de estas obras, pensaríamos que es imposible que un hombre de ciencia escribiese algo así... a no ser que estuviese afectado de un probable desequilibrio. Y tal vez si. El universo de Boris Vian, Aka. Vernon Sullivan (seudónimo que utilizo para sus primeras novelas) es cualquier cosa excepto "normal". Y es , sobre todo, surrealista. Es complicado entender en un primer momento el contexto, onírico, simbólico, lleno significados y significantes y plenamente absurdo. Después, si somos capaces de sobreponernos a la racionalidad en la que muchas veces estamos condenados (algunos para siempre) , todo resultará más accesible, todo discurrirá de modo distinto: será aceptable, como si fuésemos el tren que aparece en "El Otoño en Pekin". En al obra de Vian no hay personajes planos: todos ellos son duales, es complicado determinar quienes son moralmente buenos y quienes son moralmente reprobables y debido a esta dualidad, son reales. No hay sermones, no hay moralejas. Son obras oníricas, fruto de la pesadilla, de la imaginación retorcida en sueños. Son obras llenas de personajes inabarcables por existenciales, por ininteligibles, y sin embargo, no los cuestionamos. Y sus escritos son frenéticos, rápidos, muy rápidos, sin dar lugar a las disquisiciones vacuas y que no aportan nada a la obra. Vian es uno de esos autores cuyas novelas resultan, exceptuando sus novelas negras, inadaptables, residiendo quizás parte de su atractivo en precisamente eso. Tampoco el llegó a adaptarse del todo a la época que le tocó vivir. No tuvo tiempo para ello.

P.S: Esta vez sí, estoy cansado de ver que me han desaparecido libros...........

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