domingo, mayo 27, 2007

KAISER CHIEFS EN BILBAO

Ayer, y gracias a la intervención de Don Javier, Aka. Satinam, pudimos asistir como VIPS al concierto que los KAISER CHIEFS celebraron en Bilbao. Lo cierto es que acudia a él con una mezcla de curiosidad y tranquilidad más que con ansiedad (esta la estoy dejando para el día 12 de Junio en Madrid, donde veremos la reaparición de los grandes SMASHING PUMPKINGS, además de a los pujantes y cada vez mejores THE KILLERS y para ver a Bjork también en Bilbao, esta en el mes de Julio), pero lo cierto es que una vez dentro, el concierto no solo no me decepcionó lo más mínimo, sino que me gusto incluso más de lo que esperaba: con el aforo lleno (no quedaba ni una sola entrada en taquilla), chocantemente lleno podríamos decir (había espacio en la sala para que se hubiesen puesto a la venta bastantes más entradas), las ¿400? personas (muchas de las cuales entraron como nosotros, es decir, invitados) que estabamos allí estabamos dispuestas a disfrutar del concierto a poco que se nos diese, sin excusas, sin condiciones. Y así lo hicimos. Desde seudo- groopies ataviadas con sus mejores galas, hasta público más entrado en años, pasando por los inexcusables e inevitables fijos y los fanáticos del grupo en el mejor de los significados (lo cual, teniendo en cuenta que los kaiser cuentan con 2 discos no se si es mucho decir o no), pero todos con la sensación de que ibamos a disfrutar. Y así fue: empezaron con la esperada "Everyday I love you less and less", y ese recurso, aún por esperado, no resulto menos efectivo para hacer que todos entrásemos en la dinámica necesaria para un concierto así: ya eramos suyos, estabmos predispuestos a ello y ellos lo sabian. Después de una canción de nivel medio, llegaron a uno de los climax de la noche, la archiconocidísima "Ruby" que nos hizo estallar con su pegadizo estribillo. La siguieron "Thank you very much" y "Saturday night", todo esto mientras aún había gente que buscaba acercarse a un hiper- empático Ricky Wilson, incesante en su motivar al público, implicandonos en el concierto al ritmo de aspavientos (y que se permitió un efectismo que al final todos agradecemos, como es saludar a los allí presentes en la lengua vernácula, el Euskera) , hasta que, después de la interpretación de su brutal "Modern Way" (para mí su mejor tema), llegó el que sería segundo y gran momento del concierto: cuando Wilson, alma mater innegable de los de Leeds decidió ser parte del publico y, tras "I predict a riot", abandonar el escenario para subirse a la barra, recorrerla de un extremo a otro, chocándo las manos del entregado, incrédulo y agradecido a partes iguales público, hasta llegar al otro extremo de la pista, encarmándose una escaleras metálicas que conducen a uno de los apartados de la sala y continuando allí la interpretación de "Feel free to enjoy", toda una declaración de intenciones, para acto seguido volver al escenario... través de todos nosotros continuando y completando así su comunión con el público, aunque no sin antes de llegar a la platea volver a subirse a la barra y finalizar allí la canción. Se continuaron sucediendo temas a buen (inteligente) ritmo, sin que unos Kaiser chiefs apoyados en el carisma de su líder diesen tregua al público. "Take my temperature" y "Retirement" fueron sus dos últimas canciones antes de los bises, "The angry mob" y "Oh my god", finalizando así un concierto al que se le podrán achacar muchas cosas desde el punto de vista técnico (me decia un amigo que, por ejemplo, la bateria abusaba de bombo en negras y de charles en corcheas) y es que, puestos a pedir más, incluso diríamos que el concierto se quedó un poco "corto"... pero esa sensación solemos tenerla r cuando lo has pasado bien. Y así fue.

1 comentario:

Satinam dijo...

Lastima que no pudiera asistir... snif, snif...