domingo, noviembre 11, 2007

LED ZEPPELIN IV: UN MUST

Aún hoy no encuentro ninguna explicación a por qué ese album estaba en mi casa, en formato cassete: nadie en mi familia escuchaba ese tipo de música, ni siquiera había grupos o solistas que hiciesen música similar, nadie. Pero lo cierto es que estaba allí, entre cassetes y vinillos de Bonnie M, de los Bee Gees, de Paul Anka etc. Allí estaba aquella cinta cuya portada me fascinaba, de manera casi hipnótica, estaba allí, y los ojos del viejo parecían encontrarse con los mios, con esa pesada carga sobre él, apoyado en un bastón... mirándome a los ojos, mesmerizándome tal vez ¿un album de rock como ese? no tenía sentido: Black Dog, Rock And Roll, Misty Mountain Hop, The Battle Of Evermore o Starway to Heaven, quizás ésta última si podría haber encajado, no, no, tampoco (aunque sea un himno).

Bastante tiempo después empece a escuchar algo de Led Zeppelin, y sigo preguntándome que coño hacía aquella conta en mi casa. No tiene sentido tratar de explicar por qué este album es un MUST, no hay muchas cosas que yo pueda contar, musical y objetivamente, que no hayan sido dichas, y si queremos leer alguna obviedad o curiosidad, podemos hacerlo en la wikipedia, por ejemplo... no... no son esos los motivos que hacen que ese album haya adquirido esas extrañas connotaciones en mi. Es preciso que cada uno lo escuche para que, después, adquiera siginifcado el ermitaño del tarot que tanto me fascinó.

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