SUEDE: UN MUST

En 1992 Londres nos bendijo con la irrupción de una nueva banda que, con inusitado ímpetu e irreverencia, hizo babear (o correrse) a la crítica especializada, escandalizó los estratos más conservadores, logró que los chicos quisieran parecer chicas sin dejar de ser chicos, resucitándo entonces parte del encanto de lo que había sido el glamrock, que las chicas quisiesen estar con chicos que parecian chicas y a mi me hizo correr a comprar su LP y a tratar de hacerme una camiseta con la portada de aquel. Ellos eran SUEDE. La banda, compuesta por Brett Anderson (voz), Bernard Buttler (guitarra), Simon Gilbert (bateria) y Matt Osman (bajo), y por la que también habían poasado de manera circunstancial gente como Justine Fruchman, entonces pareja de Anderson y después lider del grupo Elastica, (e incluso Mike Joyce, el que fuera bateria de los Smiths), tomó su nombre precisamente de una canción de Morrisey, ex front man de los Smiths "suedehead". Con una pose que reflejaba un cinismo mezclado a partes iguales con un romanticismo decadente y con la indolencia propia del opio o similares, y apoyados en el innegable carisma de su andrógino líder, Brett Anderson, provocaron reacciones encontradas, exageradas, sobredimensionadas y siempre exaltadas por lo provocativo de sus letras, plagadas de historias (reconocibles) sobre la noche, el sexo, los clubesnocturnos, las drogas y una angustia juvenil que aún no les quedaba lejos pero, sobre todo, exudando ambiguedad sexual por todas partes, siendo imposible abstraerse a su carga simbólica, que ellos mismos se encargaban de alimentar con lacónicas declaraciones, muy ciertas por otro lado, como las realizadas en su momento por Anderson "soy un bisexual que nunca ha probado su lado homosexual". De esta manera, y tras el innegable éxito de su primer y homónimo album "Suede", llegó la revalida con su nuevo trabajo "Dog man star", para muchos (yo entre ellos) su mejor album, aunque, y como suele ser habitual, no vendió tanto como su predecesor. En este segundo trabajo, lleno de grandes canciones como "Wild ones" o "we are the pigs", aunque continuan manteniendo un sonido que ya se había convertido en el "sonido suede", la banda sufre una lógica y apreciable evolución, adquiriendo un aire más dramatico, más transcendente, dotando a la música de una mayor entidad, haciendola más densa y sórdida a base de arreglos orquestales, de matices y arreglos, con letras más sórdidas, sucias y desagarradas si cabe pese a lo aparentemente trivial de los temas en torno a los que giran (impagables las fotografías que incluye el libreto del cd), con un Brett Anderson cada vez más metido en el papel (y en las drogas) de líder asumiendo, tal vez, una mayor responsabilidad creativa, dramática y como imagen carismática del grupo, que fue lo que al final desenbocó en la que en estos casos es inevitable lucha de egos, con Bernard Buttler en este caso, y el posterior abandono del grupo por parte de este (¿no suena a la historia ya comentada de "The Verve"?).

Después de esta fractura, que se suponía afectaría al grupo, Suede fueron capaces de acallar las voces incrédulas que antes se habían abierto de admiración o deseo con la publicación de un brillante (en todos los aspectos) tercer trabajo "Comming up", en el que manteniendo sus señas de indentidad intactas, dejaron a un lado la parte sombría y decadente que hasta entonces habían mostrado para envolverse en un sonido más directo y enérgico (sin llegar al power pop, como he oido por ahí...), un sonido más optimista incluso, abandonando aparentemente su pesimismo vital. Cronológicamente, publicaron tras este tercer trabajo un doble album de título "Sci fi lullabies", una ímpresiionante compilación a reivindicar de caras b y rarezas con canciones que perfectamente podrían, por su calidad, haber formado parte de cualquiera sus trabajo previos :"Killing of a Flasboy", "Whipesnade", "Europe is our playground" etc.
La etapa siguiente del grupo sin embargo no está a altura de lo que eran SUEDE: un album, "Head Music", en el que incorporan sonidos más eclécticos y electrónicos que no llega a transcender, y un quinto album "A New Morning" en el que aparentemente tratan de recuperar la frescura del sonido que les emcumbró y dotó de personalidad y reconocimiento, pero creando un album del que pocos se acuerdan, separándose trás su publicación... Pese a todo, sería injusto no reconocer a SUEDE el mérito y la mportancia que tuvieron en un momento en el que lo habitual era limitarse a subirse a la corriente musical del momento, arriesgando y perturbando con su sonido, con su imagen, y con canciones que,al escucharlas, no hacen sino que reconozcamos lo GRANDES que fueron, le pese a quien le pese. Ahora, después un reencuentro entre Anderson y Buttler de nombre "The Tears", el que fue lider de Suede publica su primer trabajo en solitario... y no puedo sino decir que deberíais escucharlo sin prejucios. Yo ahora voy a escuchar su EP "Back to you" ¿por que? Porque ahora no podría escuchar ninguna otra cosa.Ah! y hubiese querido centrarme en su segundo album "Dog Man Star",pero tampoco he podido.