¿DONDE ESTOY?

No encuentro nada de la vida que nos prometieron, no he sido tal vez capaz de encontrar belleza alguna entre tanta miseria, y las almas y los fantasmas de quienes se quedaron atrás susurran tristeza y salmodian mi nombre mientras camino por calles que ya recorrí alguna vez, igual de sucias, igual de perdidas, igual de extrañas, y ya no alcanzo a comprender que hago aquí, ni recuerdo por que vine, ni soy capaz de convencerme de que me siento en paz entre la opacidad de los ojos obscuros que me miran con desconfianza. Y ya no estoy seguro de poder recordarte, mientras trato de mantener congelada entre algún recuerdo la imagen de tu rostro desencajado mientras mordías tus labios sabiendo que un día me iría, y que ya no volvería, y que aunque ye dijeses en voz baja que no seria así tampoco tu fuiste capaz de convencerte. ¿Sabes? Desde esta habitación se ven luces brillantes hasta casi donde me alcanza la vista, y sin embargo, mañana saldré de ella y veré a locos deambulando que hablan solos sin nadie que les escuche ya en su santa ausencia, a yonkies tirados en el suelo aspirando un trapo impregnado toxico pegamento barato, llorando por ser aguantar un poco mas hasta que puedan conseguir algo de mierda cortada que meterse directamente en un enfermo torrente sanguíneo que siempre aguantara mas, siempre un poco mas, a putas embarazadas con liquida abstinencia resbalando entre las comisuras de sus labios, sentadas en la esquina de un centro comercial que apesta a miseria y en cuyo interior se pierden las penas por algunos instantes, a viejos moribundos de desdentadas bocas que suplican con palabras ininteligibles y a los que no puedes mirarles a la cara, porque ves el reflejo de una vida que se extinguió y crees que tambien podría ser la tuya. Y entonces cierro los ojos por un segundo y te vuelvo a ver mordiéndote el labio inferior con ojos entreabiertos y diciéndome en voz baja que no me vaya. Y yo ya no estoy allí.