EL DORADO V.I.II

La leyenda del dorado es algo más que una leyenda: es un cuento sobre la codicia, sobre la ambición que anida en las almas de los hombres. Subiendo hacia la laguna no podía sino pensar (era inevitable) en la película "Aguirre, la cólera de Dios", del bizarro e inefable director aleman Werner Herzog (director de otras rarezas como "Fizcarraldo", "También los enanos empezaron pequeños", "Nosferatu: el vampiro de la noche" etc.) , con el desquiciado, aún más bizarro y aún más inefable Klaus Kinsky (actor fetiche de Hergoz, cuya insana relación simbiótica plasmó este en imagenes en el documental "Enemigo íntimo")interpretando el papel del conquistador español Lope de Aguirre, en una película que, en su escena final, presenta a este juanto a su hija en una balsa de madera a merced del Amazonas, toda vez todos los que les acompañaban han muerto por su irrefrenable ansia de conquista,viendose ahora, con ojos ausentes y alucinados, acompañados únicamente por una séquito de monos en el equinocio de su ambición, totalmente ido, muerta ya su codicia y sabedor de su final.