Creo que antes era más salvaje. No podía evitar esbozar una sonrisita cuando estaba a punto de hacer algo que sabía que no debía, me gustaba esa sensación creciendo hacia afuera, hasta que de alguna manera terminaba por salir del todo, empapando cualquier aspecto emocional y teniendo su expresión en el exterior: una pelea con alguien, una putada a alguien, llevar a alguien al límite solo para ver como reacionaba, seguir untequila tras otro hasta que no hubiese nadie más que quisiese acompañarme, despedirme sin mirar a nadie, dejar a alguien, dejar mi trabajo sin pensar en nada... no me di cuenta de que siempre había alguien más además de mi, de que, directa o tangencialmente, siempre dañaba a alguien. No se si ahora soy distinto, quizás solo sea que estoy cansado de hacer daño a la gente a la que quiero... pero ahora... ahora...
(texto reducido: no creo que a nadie le interese)
jueves, enero 03, 2008
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3 comentarios:
estamos viejunos, ese es el tema, pero cada momento tiene sus ventajas. será irlas descibriendo.
viejunos??? con 33???
siento discrepar, Infame.
Yo tambien discrepo. 32, señor slaval, 32
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