BANKSY V.I.

Banksy... ¿puede un mural cambiar la fisionomía de la fachada gris de un edificio? Tal vez más allá de las reivindicaciones sociales y políticas que puedan tener tras de si los grafittis de Banksy, el elemento estético está presente en ellos, y también una parte inequívocamente emocional, si sabemos mirar en ellos y a través de ellos, de manera atemporal, descontextualizando y deconstruyendo el entorno sin obviarlo, sin hacer simple demagogia de él y queriendo simplemente MIRAR el dibujo y la pared- lienzo, viéndolo todo como una simple sonrisa (irónica, eso si) asomándose en un rostro gris como una pared... cambiándolo todo y haciendo hermoso lo cotidiano, haciendo asombroso aquello en lo que no habíamos reparado, quizás por estar demasiado ocupados en nosotros mismos para mirar, y ahora que lo hacemos, todo es prodigioso ante nuestros nuevos ojos: "mire a una muchacha bonita que hacia autostop a un lado de la carretera, con dos grandes bultos a sus pies, y no paré a recogerla... Ahora no puedo dejar de pensar en los ojos negros de aquella chica, aquellos preciosos ojos negros que fueron quedando atrás, mientras yo seguía enfebrecido, dementemente adelante, conduciendo loco y santo a través de carreteras grises llenas de polvo que iba quedando registrado en el parabrisas, igual que como quedan los recuerdos en la mente calmada de alguien que recuerda sin quererlo una parte de su vida que pensaba había olvidado... como aquellos ojos, aquellos preciosos, preciosos, preciosos ojos obscuros, tan bonitos mientras se iban haciendo imperceptibles por la distancia, quedando atrás y más atrás. Pude volver atrás ¿sabes? pero no lo hice, no se por qué, pero no lo hice y ahora..."